Omar Salvador Perniola1,2, Silvia Elena Chorzempa2, Marco D’Amico3, Sebastián Staltari1, María del Carmen Molina1 y Marta Mónica Astiz Gassó1
1Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Instituto Fitotécnico de Santa Catalina; Argentina
2Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Facultad de Ciencias Agrarias; Argentina
3Ministerio de Desarrollo Agrario. Provincia de Buenos Aires. Estación Experimental Gorina; Argentina
Resumen
En las últimas décadas, la mayor concientización de la sociedad sobre los efectos nocivos de los agroquímicos sobre la salud y el medio ambiente, ha generado cambios en algunas explotaciones hortícolas y florícolas del cinturón verde de Buenos Aires, como la incorporación de otras estrategias de control de plagas amigables con el medio ambiente, con la consecuente reducción del uso de plaguicidas sintéticos. En este contexto, la biofumigación con mostaza india (Brassica juncea) se presenta como una táctica biológica eficaz para el control de plagas de suelo, que podría formar parte de un programa de manejo agroecológico de plagas. En nuestro país hay registros de prácticas de biofumigación con recursos locales (principalmente, restos de cosecha de especies hortícolas brassicáceas), pero no existían desarrollos de cultivares con propósitos biofumigantes. Por este motivo, en el Instituto Fitotécnico de Santa Catalina se realizó un proceso de selección masal que culminó con la obtención de la variedad biofumigante SANTA CATALINA UNLP (SC). Numerosas investigaciones realizadas durante el período de selección demostraron que la biofumigación con esta variedad es eficaz para suprimir algunas especies de hongos fitopatógenos, reducir poblaciones de nematodos fitófagos y para inhibir la emergencia y el crecimiento de algunas malezas. También se comprobó que la biofumigación con SC no afecta al hongo antagonista Trichoderma spp. ni a los nematodos benéficos del suelo.
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