La biofumigación consiste en utilizar los compuestos que emanan de la descomposición de la materia orgánica para reducir el inóculo de organismos patógenos que habitan en el suelo. El INTA San Pedro ha sido pionera en la técnica de la solarización que consiste en el uso de la energía solar para la pasteurización del suelo, y , desde el año 2003 lleva adelante un ensayo a largo plazo donde se evalúa la técnica de biosolarización que combina las dos prácticas mencionadas biofumigación y solarización. Esta técnica de reducido costo es una alternativa de bajo impacto ambiental para el manejo racional de los cultivos intensivos. Los investigadores involucrados  en el desarrollo de la biofumigación amplían la mirada hacia los efectos de su aplicación sobre las propiedades físicas y fisicoquímicas del suelo, y al rol de los biofumigantes como cultivos de servicio. Además el uso de residuos locales y de la propia finca permite avanzar en la aplicación de la economía circular en la gestión de los cultivos intensivos.